miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Por qué estudiar Educación Tecnológica?

Este artículo fue escrito por Tomas Buch... Disfrutarlo y se podrá entender cabalmente el por qué de la educación Tecnológica en la escuela.

Hay quienes se preguntan por qué hay que estudiar Tecnología en la escuela.
Más lógico sería preguntarse cómo ha sido posible pasar tantos años en la escuela sin estudiar nada de todo aquello que hace que nuestra vida sea hoy lo que es: tan diferente de la de los animales, de la de los hombres prehistóricos, y aún de la de nuestros abuelos. Y que todos estos estilos de vida sean a su vez tan disímiles entre si.
Porque eso es la Tecnología: es una actitud esencial de nuestra especie, y dentro de las variantes culturales de ésta, también es característica de nuestra manera específica de hacer las cosas. La tecnología no agota el quehacer cultural ni mucho menos. Pero está presente en todos los aspectos de nuestra vida. Aún los actos más naturales de los seres humanos se vinculan de alguna manera con objetos artificiales, y éstos son producto de nuestro proceder tecnológico.
La tecnología ha ido cambiando mucho según el momento histórico y según las características de nuestra cultura, ero tiene también rasgos en común, que se manifiestan en todas las culturas y épocas. La tecnología comenzó el día en que, en una horda de pre-hombres, alguien levantó una piedra o una rama de un árbol del suelo y la utilizó para alcanzar un fruto inaccesible o con el fin de cazar una presa para alimentarse. En ese momento, y a través de un acto mental, esa rama dejó de ser solamente eso para transformarse en instrumento. La diferencia radica en el significado que nuestro antepasado dio a un elemento que, hasta ese momento, era un objeto natural, pero que a partir de entonces, y por dicho acto mental. Dejó de serlo. Para ello, aquel lejano antepasado nuestro debió hacer algo más que levantar la rama y emplearla como garrote: debió imaginarse lo que iba a ocurrir, debió prever las consecuencias de dicho acto, transformándolo con ello en la primera acción tecnológica.
Ese acto metal relaciona la Tecnología con la Ética, también ésta apareció a partir del momento que pudimos prever la consecuencia de nuestros actos.
Desde aquellos inicios de la Tecnología menos andado mucho. En nuestra época actual podemos realizar en horas un viaje que hace menos de cien años demoraba semanas; podemos comunicarnos en forma instantánea con cualquier punto del globo; podemos curar enfermedades que hace generaciones aún eran invariablemente mortales. La vida humana es hoy mucho más larga, menos esforzada y más placentera que pocas décadas atrás, por lo menos para muchos millones de personas. Claro que también somos muchos más que antes, lo cual es una consecuencia de mejores condiciones de higiene, del suministro de agua potable para más gente y de remedios contra muchas enfermedades. Sin embargo, este crecimiento es sólo cuantitativo.
Se genera vida humana en mayores cantidades , pero eso mismo en la actualidad constituye una grave amenaza para la calidad de la vida humana. La miseria es creciente para gran parte de la población mundial, como consecuencia de un crecimiento numérico desfasado de la posibilidad de abastecer a esos millones de personas de los medias de subsistencia en condiciones dignas.
Mientras los árboles se cortaban con un hacha o una sierra, era imposible abatir selvas enteras, también era impensable que se pudiera contaminar los océanos, o pescar todos los peces. El mundo era fuente inagotable para todos esos fines prácticos. Hoy en día, en cambio, se han desmontado gran parte de las selvas tropicales y la desertificación amenaza lo poco que queda de ellas; y se están desbastando los mares por una pesca de alta tecnología ero casi totalmente indiscriminada. Gracias a la Tecnología, nuestro poder como especie es ahora tan grande que ha obligado a afectar las características globales del planeta, tales como el clima, por ejemplo. Ya se están observando cambios a gran escala. Pero esos cambios son evitables.
La supervivencia de muchas especies de seres vivos está amenazada incluso la de grandes segmentos de la nuestra, pero aún estamos a tiempo para revertir esta tendencia. Por esa razón, en nuestra época debemos tener especialmente presente e parentesco esencial entre la tecnología y la Ética y evaluar correctamente todas las consecuencias de cada una de nuestras acciones tecnológicas.
Para poder hacerlo, para lograr controlar democráticamente el uso de las tecnólogas modernas, ara que sus beneficios lleguen a todos y sus peligros puedan evitarse, debemos aprender a conocer sus alcances y sus modos de funcionamiento. Si no entendemos qué es y cómo funciona la Tecnología, quiénes son los que las aplican, y con qué fines, estaremos siempre frente a sus beneficios y sus defectos nocivos como los hombres prehistóricos ante los fenómenos de la naturaleza.
Ellos se sentían impotentes ante su fuerza sobrehumana, y debían someterse a éstos sin comprenderlos. Terminaron Temiendo y adorando aquellas fuerzas como si fueran divinidades.
En la actualidad hay gente que adopta esta misma actitud frente a la tecnología. El ciudadano percibe el predominio tecnológico por todas partes. Aprecia sus beneficios, pero también advierte sus peligros. A veces se da cuenta de que depende totalmente de ella: la mayoría de nosotros ha perdido la capacidad de producir siquiera nuestro propio alimento; y, de ocurrir un corte del suministro eléctrico en una gran ciudad moderna, en pocas horas la vida quedaría completamente desorganizada y la gente empezaría a morir. Pero nuestro ciudadano debe darse cuenta de que no entiende aquello que domina su vida. Entonces, algunos caen en un adoración ciega, y otros en un rechazo, igualmente ciego. La ignorancia aumenta la dependencia aún más y a su vez estimula el fatalismo y el temor reverencial.
Pero la tecnología actual, con todo su poder y su presencia ineludible, no es ni un dios ni un demonio. Tampoco es una fuerza autónoma e incontrolable, como afirman algunos. Es una creación humana, que surge en cierta sociedad, en un determinado momento de la historia, dentro de cierto contexto económico y social y está sometida a mecanismos de toma de decisiones que responde a juegos de intereses económicos y políticos. En una sociedad democrática, esos mecanismos deben someterse a la ley y a decisión de las mayorías. Pero para que esto tenga verdaderamente sentido, para que los ciudadanos no sen simplemente usados por los intereses creados o manipulados por demagogos, es necesario que “el pueblo sepa de qué se trata”.
La Tecnología no es un montón de aparatos, por complicados que éstos sean. Es mucho más que eso. Es el contexto en que se desenvuelve la vida de una sociedad determinada. Es la forma que esa sociedad se relaciona con la naturaleza; es la manera en que los aparatos se relacionan entre sí y con nosotros, que somos sus inventores, fabricantes y usuarios; es una estructura, de la que forman parte los objetos y las relaciones que existen entre ellos, la sociedad en la que se originan y el medio ambiente en que esta sociedad habita y opera; es también un lenguaje en que los objetos nos hablan de una forma de organizar el mundo. Por todo esto es relevante estudiar Tecnología en la escuela.

TOMAS BUCH
[1]
[1] Argentino radicado en España. Doctor en Química. Citado por Aberbuj, Cohan y Martinez, en TECNOLOGÍA I. Editorial Santillana. 1999.

No hay comentarios: